Reflexiones sobre el genocidio en Siria

por pabguillen

 

Si la clase política y la burguesía del mundo, junto con sus sociedades apáticas en su monótono reloj del confort occidental clasemediero, encuentran un justificante para bombardear a los pueblos como en Sira o dejarlos en el hambre y la explotación, entonces a los pueblos les dan el justificante de responder con sus antentados, bloquear las calles o colapsar los sistemas…

La dialéctica es una danza del tipo del tango:

Me das paz y creación, —> te regreso paz y creación... y la síntesis que emane de ello.

Lo mismo si sucede que:

Me das explotación y hambre, entonces—> te robo, te secuestro o te colapso el negocio.

Me das muerte y guerra, —-> te regreso muerte y guerra…

y pues las síntesis que emanen de esas fórmulas

La moral es un adorno, como bien muestran los europeos y gringos fachas y cristianos… Se supone que el pecado máximo de la religión que tanto defienden es «no matar», no obstante es la fiebre en la que están y llevan a cabo constantemente. ¿Quién les cree ya?

Así de fácil procedemos los humanos.
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Yo no lloro por decenas de muertos en atentados de París cuando son miles los muertos en Siria por sus bombas que ya tienen más de una década cayendo en el Medio Oriente y sus países soberanos.

No encuentro un justificante para tales acciones perversas occidentales. Si alguna explicación encuentro sobre sus motivaciones, son las de siempre, el carácter típico mezquino de asesinar por la ambición degenerada de poseer un objeto político y/o económico, con su consecuente anhelo enfermizo de acumulación infinita y privada de los recursos naturales y el capital que emane del trabajo explotado esclavo que impone el hombre blanco salvaje en las sociedades que extermina,

No tienen más civilización que edificios grandilocuentes y el reparto pseudoequitativo de lo que se roban con sus genocidios en sus sociedades de aire acondicionado.

La justicia es la justicia y de alguna manera se buscará la balanza en la paz o en la guerra.

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El hombre blanco dice que los mexicanos somos peligrosos, criminales y salvajes… como si fuéramos todos narcos.

Lo que no entienden los hombres blancos sobre el narco, primero, es que ellos y ellas son sus principales clientes (digamos que por cada bolsita que compran engordan a su propio monstruo), por eso muestran que tienen la cabeza frita de tantas drogas que consumen, y en segundo lugar, es que el narco es el resultado de su propio salvajismo genocida, esclavizante, hambreador, colonizador e imperialista.

El hombre blanco salvaje imperialista ha sido de los principales responsables de la desigualdad económica y la aplicación claramente injusta de su «Estado de DerechA», que no es sólo tema de hoy, sino desde hace muchos siglos atrás lo impusieron con plomo, y el cual que no es más que tan sólo la legalización de su obstinada mentalidad mezquina, aberrante y perversa en este país y en muchos otros con sus modelos económicos neoliberales impuestos a los pueblos con una pistola en la cabeza a través de sus «leyes de seguridad».

El narco es consecuencia del propio salvajismo milenario del hombre blanco.

Los primeros capos salieron de la marginalidad más humillante y no les quedó de otra , para sobrevivir como cualquier ser humano, que saltarse las leyes del imperio y su moral juedocristiana (incongruente en su sentido más retorcido) y entrarle al libre mercado negro…

El narco es ideológicamente gemelo y producto del salvaje hombre blanco conquistador.